La mayor asociación de Gestores Inmobiliarios de la provincia de Cádiz, GICA, lamenta que, en los tiempos que corren, siguen produciéndose presuntas estafas a la hora de realizar la compraventa de cualquier inmueble. Es por ello que esta asociación, compuesta por más de 80 oficinas y más de 400 profesionales, en la provincia de Cádiz, cuenta con dos seguros, uno de responsabilidad civil y otro de caución, para garantizar en todo momento las cantidades entregadas a cuenta en cualquier operación que se realice en algunas de sus oficinas.
Para GICA, asociación creada en el año 2013, todas las operaciones inmobiliarias se realizan bajo un estricto código ético y con unos procedimientos de trabajo basados en la garantía, la transparencia y la eficacia, teniendo siempre presentes que la compra o venta de cualquier inmueble no suponga, en ninguno de los casos, un perjuicio para los clientes.
Todas las agencias asociadas en GICA, cuentan con un sistema de actuación, donde no existe la letra pequeña y el cliente, ya sea comprador o vendedor, está perfectamente informado de los procedimientos a seguir para culminar con éxito cualquier operación que se presente, cumpliendo en todo momento, como no podría ser de otra manera, con la legislación vigente.
Las agencias asociadas a la Asociación de Gestores Inmobiliarios de la Provincia de Cádiz cuentan con un doble seguro para mayor garantía de sus compradores y vendedores
Desde GICA, reiteramos nuestra más enérgica condena a todas aquellas gestiones inmobiliarias que no se hagan con el fin de salvaguardar los intereses de los clientes. Es por ello que la mayor garantía que ofrecemos es que todas nuestras agencias asociadas en la provincia, están certificadas con seguros de Responsabilidad Civil y de Caución, para mayor seguridad de los compradores y vendedores.
Este tipo de hechos, como el ocurrido presuntamente en Cádiz, también se evitaría con una regulación del sector, asignatura pendiente de las instituciones desde hace muchos años. A pesar de los intentos de los representantes del sector de llegar a afianzar una normativa, al final se ha quedado en eso, en meros intentos, porque no hemos recibido la respuesta adecuada de la administración autonómica.
La regulación no solo nos otorgaría el prestigio que demanda esta profesión, sino un orden necesario y un sello de garantía para generar confianza en el ciudadano. Pero además, dotaría a los consumidores de una seguridad jurídica y económica.
En definitiva, este tipo de hechos, como las “estafas inmobiliarias”, no deben de volver a producirse jamás, por eso desde GICA se insiste a los clientes que antes de realizar cualquier operación inmobiliaria, por su seguridad, se aseguren de las garantías que esta ofrece.